02 abril 2012

Del Domingo de Ramos al Jueves Santo




Publicado por Corazones en Red
Jesús llega a Jerusalén. Llega con sus discípulos para preparar y celebrarla Pascuajudía. El evangelio nos cuenta su “entrada triunfal”. Ramos, palmas… La gente se amontona para dar la bienvenida al “Hijo de David. ¡Hosanna! ¿Quién podía prever que aquello no era sino el atrio de los acontecimientos que se iban a producir unos días después: traición, pasión, muerte?
Pero el evangelio guarda un extraño silencio sobre el lunes, martes y miércoles. ¿Qué hizo Jesús en esos días, antes del jueves? ¿Nadie de los discípulos lo recuerda? ¿Ninguno de los evangelistas lo supieron? Para nosotros, al menos, queda la incógnita, todo queda para la suposición y la imaginación. ¿Qué hicieron esos tres días, además de prepararla Cena? ¿Estarían más o menos escondidos, sospechando la traición, viendo los corrillos y las intrigas que se iban fraguando, dando, al menos tregua para poder celebrarla Cena, donde Jesús tendría pensado despedirse de sus íntimos, y dejarnos el gran regalo dela Eucaristía? Lo cierto es que todo ese tiempo queda en el silencio de los siglos. Cada uno tiene derecho a imaginárselo. Jerusalén en esos días debía ser un auténtico hervidero de gente de todos los sitios y ligares de Palestina (actual Israel), que acudían a celebrar la Pascua. Fácilmentepodrían pasar desapercibidos para la mayoría. Sólo los que ya tramaban su muerte, le irían siguiendo la pista, sobre todo teniendo de su parte al gran espía infiltrado en el grupo: Judas Iscariote, a quién “ya el diablo había metido en el corazón la idea de entregarlo”. Sigue leyendo...